sábado, 30 de abril de 2016

Se hizo millonario vendiendo tarjetas de teléfono



Cuando Kenny Troutt tenía 11 años de edad, sus padres se divorciaron.
De por sí, la niñez de Kenny no había sido fácil. Su padre era alcohólico, trabajaba de bartender en una cantina, y de vez en cuando también laboraba como obrero.
A raíz del divorcio, Kenny, su mamá y sus hermanos tuvieron que mudarse a un departamento para personas de bajos recursos, subsidiado por el gobierno.
Pero, determinado a ayudar a su madre a salir adelante, Kenny se puso a vender seguros. Pudo continuar estudiando (logró ingresar a la Southern Illinois University) y vendiendo, y con el dinero de las comisiones comprar comida y ropa para su familia y pagarse sus estudios.
Aunque ya le estaba yendo mejor a él y a su familia, Kenny decidió independizarse. Tenía muchas ideas, pero en todas ellas había algo en común: las ventas.
Desde el punto de vista de Kenny, las ventas son el pilar básico de todo negocio. Sin importar cuál fuera el producto o servicio, lo importante era el equipo de ventas.
Decidió probar vendiendo llamadas de larga distancia. Para ello, entró en contacto con varias compañías telefónicas, y consiguió precio de mayoreo en minutos de llamadas. Ese sería su producto.
El y su equipo de ventas empezaron a ofrecer tarjetas de prepago para llamadas de larga distancia, con un éxito inicial moderado. Todo mejoró cuando se le ocurrió recurrir al modelo de ventas de multinivel: sus vendedores empezaron a reclutar a otras personas como vendedores de las tarjetas de tiempo aire, y a su vez podían reclutar a más gente para hacer lo mismo.
El éxito, ahora sí, fue casi inmediato y explosivo. La empresa, llamada Excel Communications, tenía ventas anuales de 1,500 millones de dólares. En 7 años, llegó a ocupar la posición No. 4 entre las empresas de telecomunicaciones en los Estados Unidos (ojo: pero sin poseer algún equipo electrónico).

En 1996, la empresa se convirtió en la más joven en salir a la Bolsa de Valores de Nueva York. Esta operación convirtió a Kenny en un multimillonario. Se retiró de la compañía en 1999.
Al día de hoy, Kenny se dedica a manejar 3 equipos de baseball (de su propiedad) de las Lijas Juveniles de Estados Unidos. Todos operan con el principio de mezclar jóvenes jugadores provenientes de familias de bajos recursos con otros provenientes de familias ricas, como una forma de ayudar a motivarlos a salir adelante y llevar progreso a sus familias.
En su niñez, Kenny vivió en una casa pequeña y sin muebles (él, su madre y sus hermanos dormían sobre el piso) pero hoy posee una granja llamada Winstar Farm en el estado de Kentucky, que tiene más de 100 hectáreas de superficie y en el que mantiene un equipo de 500 caballos de alto registro, entre los que se encuentran el ganador de la Triple Corona 2015, llamado American Pharao.
En su edición del 2015, la revista Forbes ubica la fortuna personal de Kenny en 1,470 millones de dólares.
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Miranda Gomez

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